Las Artes Marciales, han evolucionado a través de la historia de la humanidad, como una diversidad de formas de transferir experiencias desde campos de batallas al cuño de quienes iban y venían a estas luchas, en lo particular, y las guerras en las que estas eran contextualizadas en lo general.
Tanto individuales como grupales, las destrezas del Artista Marcial, eran conocidas como el Camino del Guerrero. Una variedad sumamente compleja y cultural de distinciones Biomecánicas y Psicológicas que el Guerrero debía observar para vencer o sobrevivir, e incluso morir con honor.
Mediante códigos y constructos, el Sensei (Maestro), coleccionaba su doctrina marcial en técnicas y formas de entrenamiento, que permitían transmitir, y facilitar la incorporación de lo experimentado por generaciones, para situaciones del presente y el porvenir.
Códigos y claves estratégicas tanto como tácticas, sobre cómo usar el cuerpo humano, las armas, el cuerpo como arma, a nivel individual ….o de sus ejércitos, más complejos pero también referidos a las nociones nutridas desde la experiencia de cuerpo y administradas en su complejidad desde el imperativo de la integridad corporal.
Así es, como las ESTRATEGIAS………eran la forja de una experiencia del Artista Marcial.
Recordemos que “ El origen de la palabra estrategia es, de hecho anterior a la experiencia de Alejandro de Macedonia. Se remonta a los griegos que fueron conquistados por Alejandro y su padre.”
“ El vocablo strategos inicialmente se refería a un nombramiento (del general en jefe de un ejército). Más tarde pasó a significar el arte del general, esto es, las habilidades Psicológicas y el carácter con lo que asumía el papel asignado. En la época de Pericles (450 a.c.) vino a explicitar habilidades administrativas(administración, liderazgo, oratoria, poder). Y ya en los tiempos de Alejandro de Macedonia (330 a.c.) el término hacía referencia a la habilidad para aplicar la fuerza, vencer al enemigo y crear un sistema unificado de gobierno global.” Mintzberg Henry(1998).
El AIKIDO, viene a ser quizás por la contemporaneidad de su fundación, con las dos últimas guerras mundiales, la que tiene por referencia la mayor complejidad en la forma en que el «Guerrero» se ve a sí mismo en su «Camino del Guerrero».
Su fundador, Morihei Ueshiba , forja un estilo de práctica y entrenamiento que a diferencia de la mayoría de las artes marciales que le habían precedido, centra su didáctica en la COLABORACION por sobre y en reemplazo de la COMPETITIVIDAD. Este camino que llamó el ARTE DE LA PAZ, es pionero en la exploración de las fuerzas en su dinámica más global superando la perspectiva propia de la oposición apreciativa desde uno u otro rol en conflicto.
Un Análisis Geométrico, de la Biomecánica del conflicto, nutrido por el punto de vista iluminado de la perspectiva imperativa de su resolución…..su paz.
Mi interés sobre esto, acerco y encontró mis caminos profesionales, el de Artista Marcial y el de Psicólogo Organizacional. Mi tesis de grado, LA ESTRATEGICA PROPORCION, fue una instancia de reflexión profunda en este sentido y de identidad e identificación de cuño personal de todo lo que siempre me llamo la atención sobre la maestría, esa posibilidad de lograr la pertinencia sin esfuerzo.
Desde entonces, veo como muchas organizaciones y sus conflictivas de desarrollo organizacional, muchas veces mantienen conflictivas desde las entropías de mantener representaciones del cuerpo de sus organizaciones que se desfasan de sus complejidades sus propios movimientos, desde las fragmentaciones de roles que han colaborado menos de lo necesario, y en esto pienso puedo ser un aporte como OBSERVADOR PARTICIPANTE, como alguna vez se me ha reconocido haber sido en lo comunitario_organizacional.
Pienso y he aplicado como Psicólogo , una ética de rol, en la cual mis intervenciones al igual que en el Aikido, tienen un encuentro con una energía de los conflictos que en cierta situación comparte un contexto resolutivo del que me hago cargo complementariamente con miras a su resolución, casi siempre con la claridad de que en esto, mi misión obedece a un momento, que para ser estratégico, debe ser tan oportuno como breve y saliente, ya que la resolución legitima es entre las partes del sistema y no dependientes de una externalidad constante.
Sin desmedro de que aprendí de los artesanos torneros de una comunidad con la que trabajé, que meter la púa a veces requiere de más de una vuelta para lograr ciertas formas.
Agradezco el interés de quien me siguió en esta líneas, que quizás sean corregidas en alguna ocasión pero hoy son un esfuerzo de presentación de una posibilidad de compartir mis vocaciones, con quienes quizás requieran para sus organizaciones algo de lo que planteo como posibilidad.
Javier Calzada Montealegre
Psicólogo Organizacional y Aikidoka
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